Hablar de empresas frente al desarrollo humano y laboral de sus empleados, es también hablar de la estrecha relación empleado-patrón, ya que es inherente al progreso de la organización, llámese federación, entidad, dependencia, empresa, ONG, PYME, etc. La importancia en el ganar-ganar deriva de los alcances y logros de la organización y de esta forma la retribución que tendrá hacia sus empleados.

La organización debe ser un ente completo desde su formación, cada aspecto de los puestos, funciones y actividades a realizar debe establecer de manera clara un perfil, y esta palabra no es una acción, es una persona.
En este tema se ha avanzado mucho en los últimos tiempos en nuestro país, de entrada ya no se llama “Recursos Humanos” de forma acertada se llama “Factor Humano”.

Sin embargo no es sólo cambiar el nombre para que se escuche más sofisticado, es avanzar de forma humana al logro de los objetivos institucionales, identificar el momento en que las personas están pasando un mal rato en algún aspecto personal que fácilmente se traslada al trabajo e interfiere en el mismo, es un reto. Pero sobre todo apoyar al empleado genera un lazo de empatía que muy difícilmente se rompe, cuando a éste se le apoya en un tema personal, la organización gana un aliado.
Muy importante es considerar que, la mayor parte del tiempo los factores que originan el estrés laboral –que conllevan a caer en enfermedad- no son dentro del trabajo, sino que temas de la vida personal. No existe educación en temas de salud mental en nuestro país, en ese sentido a la mayoría de las personas les cuesta separar problemas de trabajo y problemas personales.
Las empresas frente al desarrollo humano y laboral de sus colaboradores tienen retos ante ellos: siempre hay malos días, y muchos de ésos comienzan tan sólo en trasladarse al trabajo – la saturación de vías de movilidad en la ciudad genera caos – pero eso no depende del trabajador ni de la organización, es un factor externo; la pérdida de un familiar siempre afecta el aprovechamiento de cualquier persona – incluyendo a los líderes de la organización -, ejemplos así infinitos, pero ¿qué pasa si el trabajador no consigue canalizar el estrés?... pasamos a la frustración, de ahí a la enfermedad y al bajo rendimiento.
Es fundamental realizar acciones sencillas como:
Los líderes de la organización pueden y deben neutralizar el estrés laboral, para que el tiempo y trabajo no sean un factor de enfermedad, sino que se reivindique a la actividad laboral que por gusto se realiza y brinda desarrollo profesional, económico y social en el empleado, así como la competitividad y la permanencia en el mercado para la organización.
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